El día ayer, 18 de noviembre de 2023, el Presidente Gustavo Petro anunció que Ecopetrol podría llegar a concretar una alianza con la empresa estatal venezolana PDVSA para desarrollar actividades de exploración y explotación de hidrocarburos. Y si, lo de la contradicción ambientalista es indignante, pues el mandatario ha sido enfático en que el mundo debe migrar hacia la descarbonización de la economía eliminando de la canasta energética el petroleo y el gas. Pero, como profesional en este sector, observo que existe un verdadero riesgo para Colombia desde otra óptica ¿han escuchado hablar de la “Lista Clinton”?

PDVSA al día de hoy sigue incluida en la lista OFAC (“Lista Clinton”) que no es más que un compilado hecho por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros de EEUU donde relaciona las empresas señaladas de participar en actividades de lavado de activos. Si una compañía (estatal o privada) es incluida en esa Lista, se vuelve un paria en el mercado. Por mera cuestión reputacional, nadie va a celebrar acuerdos con una empresa acusada de tener relaciones con dinero del narcotráfico.

Pero se preguntarán: ¿EEUU no anunció recientemente que retoma relaciones con PDVSA? ¿Eso significa que la sacaron de la Lista? La respuesta corta es: no. Lo que la OFAC hizo el pasado 14 de octubre fue dar una licencia temporal y altamente limitada a cuatro empresas petroleras que al día de hoy tienen infraestructura y maquinaria retenida en Venezuela desde 2018. La licencia se otorgó solo para hacer operaciones financierascon PDVSA y con el único fin de preservar dichos activos.

Esto significa que, a dichas empresas, les queda prohibido realizar cualquier otra actividad por fuera de las permitidas por la licencia, que son meramente administrativas. Es decir, no pueden procesar, manipular, comprar, vender o transportar hidrocarburos con PDVSA. Al día de hoy ninguna empresa estadounidense puede importar hidrocarburos desde Venezuela porque la sanción de la “Lista Clinton” sigue vigente. ¿Y eso cómo afecta a Colombia?

Como lo dije anteriormente, por seguridad y reputación nadie celebra acuerdos con compañías incluidas en esa Lista, y tampoco con compañías que tengan relaciones comerciales con empresas de esa Lista. De hecho, una cláusula obligatoriaen todos los contratos entre empresas de distintos países es la terminación automática del acuerdo si alguna de las partes es incluida en la Lista OFAC o celebra acuerdos con empresas incluidas allí.

Y esto no es un capricho de las compañías extranjeras. De hecho, Colombia ha adoptado fuertes lineamientos para nuestro mercado interno. Por eso, la Superfinanciera ha impuesto la obligación a las empresas de ciertos sectores que certifiquen que no poseen relaciones con personas (naturales y jurídicas) incluidas en la Lista, estando bajo la supervisión de un Oficial de Cumplimiento que, si evidencia que esto sucede, debe hacer la respectiva denuncia ante los entes de control.

Si Ecopetrol será el nuevo socio de PDVSA, el desastre comercial con otros países será catastrófico y no solo para Ecopetrol sino para el país, pues casi con seguridad se vendrá una avalancha de liquidaciones de contratos que, bajo esta causal, da pie al cobro de millonarias penalidades que deberá asumir la Nación por ser el accionista mayoritario de Ecopetrol. Y si, adivinaron: si no se tiene con qué pagar aparecen los famosos embargos.

Esto definitivamente ha sido una noticia desafortunada. Así no se lleve a cabo, el solo anuncio nos empieza a convertir en unos parias a nivel internacional.